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Discos probéticos en la colección Cozas XVII

Desde sus inicios, la música flamenca ha estado marcada por la pasión y la creatividad de sus exponentes. En este contexto, la historia de Discos Probeticos es un fascinante viaje a través de la música, la amistad y la innovación. Este relato nos sumerge en la búsqueda de nuevos caminos para el flamenco, protagonizado por figuras como Enrique Morente y Antonio Gades.

Los inicios de una gran amistad y colaboración

En el año 1993, Enrique Morente y Faustino Núñez forjaron una profunda amistad que les llevó a explorar nuevas dimensiones en el ámbito musical. Durante ese tiempo, Núñez se convirtió en testigo y colaborador de Morente, quien ya era un referente en la música flamenca. La conexión entre ambos no solo se dio en el ámbito profesional, sino que también se fortaleció a través de experiencias compartidas en diversos eventos culturales.

La relación entre ellos se vio enriquecida por la llegada de Antonio Gades en 1994, quien ofreció a Núñez la oportunidad de colaborar en la confección de la música para Fuenteovejuna. Aunque esto significó un cambio en la dinámica con Morente, la amistad se mantuvo intacta, lo que muestra la fortaleza de sus lazos personales y profesionales.

Un proyecto ambicioso: la antología de cantes

El primer gran proyecto que surgió de su colaboración fue la idea de crear una caja de diez cedés que funcionara como una enciclopedia de cantes, un concepto innovador en aquel entonces. A diferencia de la Antología de Hispavox de 1954, que presentaba un cantaor con un solo guitarrista, Morente y Núñez propusieron que cada cante fuera acompañado por diferentes guitarristas, lo que abriría un nuevo horizonte musical.

A pesar de la ambiciosa propuesta, la realidad financiera se convirtió en un obstáculo. La búsqueda de financiación a través de la AIE resultó infructuosa, y el proyecto se fue desvaneciendo. Sin embargo, la creación de la Antología del Cante de Mujer por parte de Carmen Linares, que siguió el mismo concepto, ofreció un rayo de esperanza y validación a la visión de Morente y Núñez.

La conexión con los toros y el flamenco

La amistad entre Morente y Núñez también se forjó a través de experiencias compartidas fuera del ámbito musical. Asistir juntos a las corridas de toros en Las Ventas se convirtió en una tradición, donde Morente, con su aguda percepción artística, le enseñaba a Núñez sobre la belleza del arte taurino. Estas tardes estaban impregnadas de la cultura española, donde la música flamenca y la tauromaquia se entrelazaban en una danza de emociones.

La influencia de figuras como Federico García Lorca resonaba en sus diálogos, y Núñez, siempre curioso, se beneficiaba de la sabiduría de Morente, quien compartía su profundo conocimiento sobre el flamenco y la vida. A través de estas experiencias, Núñez comenzó a comprender la esencia del flamenco, más allá de las notas y las letras, como un fenómeno cultural cargado de significado.

La creación de Discos Probeticos

La chispa que encendió la creación de Discos Probeticos llegó cuando Morente, un día, propuso a Núñez establecer un sello discográfico propio. Para Núñez, esta era una oportunidad inigualable para aplicar lo aprendido en su carrera en Deutsche Grammophon y crear un espacio donde pudieran grabar a los artistas que ambos admiraban. El nombre del sello, “Probeticos”, aunque inicialmente malinterpretado por Núñez, reflejaba la originalidad de su creador y la cultura granadina.

Con la formalización del sello y el diseño del logo, el camino estaba listo para iniciar un viaje hacia la producción musical, un espacio donde la creatividad y el talento pudieran florecer sin restricciones. Este proyecto representaba no solo una nueva etapa en sus carreras, sino también un compromiso con la preservación y difusión del flamenco.

El primer disco: una joya del flamenco

El primer álbum producido por Discos Probeticos fue un trabajo de Rafael Riqueni, titulado Maestros, que se convirtió en una referencia invaluable en la música flamenca. La grabación en el estudio Musigrama estuvo marcada por la dedicación y el talento, y la participación de artistas notables como Tony Maya y Enrique Pantoja, quienes contribuyeron con su arte a la producción del disco.

La grabación de la emotiva marcha de Semana Santa, Amargura, fue un momento culminante. Morente, al escuchar el trabajo, se sintió inspirado a añadir su voz, transformando un disco de guitarra en una obra maestra que combinaba el virtuosismo de Riqueni con la profundidad emocional del canto flamenco. Este momento de creatividad espontánea destacó la capacidad de Morente para improvisar y su conexión innata con la música.

La evolución y el legado de Discos Probeticos

La historia de Discos Probeticos no se limitó a este primer álbum. A medida que el sello crecía, también lo hacía su influencia en la música flamenca. Con la producción de discos que se adentraron en nuevas interpretaciones y estilos, el sello se convirtió en un baluarte de innovación y creatividad en el flamenco contemporáneo.

  • La fusión de estilos tradicionales con influencias modernas.
  • Colaboraciones entre artistas establecidos y emergentes.
  • La promoción de nuevos talentos en la escena flamenca.

Estas características no solo llenaron un vacío en la industria musical, sino que también contribuyeron a la evolución del flamenco como género, permitiendo que nuevas generaciones se conectaran con sus raíces culturales.

Un legado perdurable en la música flamenca

El legado de Discos Probeticos y de la colaboración entre Morente y Núñez continúa resonando en la actualidad. A través de su trabajo, sentaron las bases para un enfoque más inclusivo y diverso dentro del flamenco, un legado que se mantiene vivo gracias a la dedicación y la pasión de los artistas actuales.

Faustino Núñez, en su papel como musicólogo y productor, ha seguido contribuyendo a la difusión del flamenco, impartiendo clases y conferencias que buscan educar y enriquecer a las nuevas generaciones sobre esta rica tradición cultural. Su historia es un testimonio de cómo la amistad y la pasión por la música pueden dar lugar a proyectos que trascienden el tiempo.

Así, la historia de Discos Probeticos no solo es un relato del pasado, sino también una invitación a explorar y celebrar la riqueza del flamenco, una forma de arte que sigue evolucionando y cautivando a audiencias de todo el mundo.